Si bien puede hacerse en cualquier época del año, el cambio de estación es el momento perfecto para hacer un detox de guardarropa. ¿Cómo saber que lo estás necesitando? Cuando el placard explota y lo primero que pensas es “no tengo nada para ponerme”.
A veces puede responder a un cambio de estilo, pero en general es porque hay cosas que no te gustan más o que no quedan bien con tu cuerpo, porque fue mutando y evolucionando. La típica es pensar que cuando bajes unos kilitos vas a usar esa prenda, y está ahí fondeada hace años, sin salir.
Pero ¡es hora! Juntá ganas, tiempo (yo se que cuesta) y manos a la obra.
Pasos para renovar el guardarropa
Lo más importante en este momento es que solo se quede en el armario si cumple los siguientes requisitos:
- Me gusta
- Me queda bien
- Me hace muy feliz
- Me da seguridad
No vale engañarse con esa prenda que usaste hace mil años y ya no te queda, o no es más tu onda, porque es muy difícil que la vuelvas a usar.
Lo primero que tenes que sacar es aquello que está ahí muerto hace años pero te da cosita porque te gastaste tus ahorros, como ese tapado caro o ese blazer soñado que ya pasó de moda. Preguntate si tenés ropa en exceso, si es por falta de lugar, si no te funciona el sistema en que la tenes ordenada, o si es directamente emocional.
Limpiar, resetear y renovar
Esas son las tres palabras claves que van a guiar cada etapa del detox:
- Tené en cuenta tu estilo, si la prenda te representa
- Chequeá el estado de la prenda, si está vieja o rota
- Prestá atención a su calidad
- Comprobá si el color queda bien con tu piel
- Confirmá si la forma potencia tu figura
Así vas a poder armar diferentes bolsas: donar, arreglar, vender y regalar. Lo que está OK se guarda, ordenado por categoría (camisas, pantalones, vestidos, short, polleras, pijamas, zapatos) se limpia, se perfuma y listo. A disfrutar y mantener.
María Joffa.
@mariajoffa