Hace 13 años la vida de Alejandra cambió para siempre. “Por una crisis personal me separé con tres hijos chiquitos, el último recién nacido. Me vine de Colombia para acá y el primer año estuve muy perdida. Una amiga me hizo un Mapa de los Sueños y me adentré en el mundo del Nuevo Paradigma”.
Así comenzó la motivadora historia de Ale Ferrari, Master Coach de Prosperidad y Master Trainer PNL (Programación Neurolingüistica), contada en primera persona para Estilo Country.
“Las crisis siempre vienen para enseñar. Ya tuvimos un mensaje, tuvimos dos, tuvimos tres, y por apego o por control (que son las cosas que más nos cuestan a los seres humanos) no los escuchamos, y ahí aparecen las situaciones que te hacen decir basta. Puede ser un accidente, una separación, perder el trabajo… hay tantas crisis y formas como personas en el mundo, pero el común denominador es que descubrís que por donde ibas ya no vas más”, cuenta Ale. “No sé cómo voy a hacer, pero acá no vuelvo”.
Su formación estuvo guiada por Tony Robbins, Enric Corbera, Louise Hay, Joe Dispensa, Fernando y Daniel Cuperman, Fredy Kofman, Anwey Sant Just, Lidia Muradeph, los grandes nombres de la autoayuda. En 2014 fundó su propia escuela de coaching, llamada conProsperidad.
“Yo vengo del marketing, y tenía una consultora que se llamaba conTrabajo; cuando pasé a la prosperidad, ya no se podía llamar ‘con trabajo’. Yo enseño a que vayas a la abundancia, vos elegís si es plata, si es relación de pareja, si es familia”, explica Ale. Justamente, su filosofía es que hay que abandonar el viejo paradigma del esfuerzo y la ambición.
El viejo paradigma es el de las obligaciones, la exigencia, el nadar contra la corriente. “El Nuevo Paradigma implica estar en coherencia entre lo que vos sos: la biología, la emoción y el lenguaje. Cuando lo que yo digo, hago y siento es lo mismo, el universo (yo lo llamo Dios) actúa a favor mío, porque existen leyes naturales que me ayudan, nos ayudan, a ir a ese lugar”, explica la coach.
Y agrega: “Nos basamos en la física cuántica, que es el estudio del átomo, de lo micro. Nosotros estamos formados por átomos, que está formado sólo por 1% de materia y 99% de vacío, y el vacío son posibilidades. En el viejo paradigma miramos la materia y en el Nuevo Paradigma miramos las posibilidades. Yo soy materia y me constituyo desde ahí, pero miro las posibilidades infinitas que hay”.
Según la neurociencia, los pensamientos generan un dibujo mental o un holograma que a su vez despierta una sensación corporal, y esa sensación corporal siempre provoca una emoción. “El cerebro siempre te cree el dibujito y lo que necesitamos hacer es aprender a cambiarlo para tener emociones positivas y atraer lo que verdaderamente quiero”.
“Vivir es fácil”, dice Ale. Tener las herramientas para cambiar los pensamientos es vital para que las Leyes Naturales funcionen a nuestro favor. La Ley de Atracción es la más conocida por el público en general, y consiste en que atraemos lo que vibramos. “Las emociones positivas generan altas vibraciones que pesan muy poquito, y las emociones negativas generan vibraciones bajas muy pesadas, por eso nos cuesta salir. Cuando yo estoy en coherencia, vibro bien alto y ahí atraigo lo que quiero”.
“El medio se adapta es otra ley del Nuevo Paradigma. Cada vez que yo desee algo van a haber personas y situaciones que estén en armonía con el universo y que van a llevarme a donde quiero estar”. Otra de las máximas es que lo que queremos que pase no depende de lo que podamos hacer, sino del universo o Dios, y él se encargará de que suceda lo que deba suceder.
Cuando Ale Ferrari comenzó a vivir en el Nuevo Paradigma, en ese momento bisagra de su vida, todo se dio como un milagro: “En tres meses logré todo lo que quería, el dinero que necesitaba para vivir, el trabajo y conocí a mi marido actual”, contó.
“En ese momento me di cuenta de que había condicionantes importantes para vibrar alto, entonces creé la Fórmula del Bienestar, una forma más fácil de llegar a la alta frecuencia”. Esta poderosa herramienta es una de las tantas que enseña en sus talleres, y consiste en identificar cuatro condicionantes: tener, agradecer, apreciar y bendecir. Si yo puedo hacer eso con cada cosa que tengo, soy feliz, independientemente de que lleguen las cosas que quiero o no”.
Con la lógica de la abundancia, sos feliz cuando cumplís los designios de Dios, y cumplís los designios de Dios cuando sos feliz. “Cuando vos haces en propósito no sentís que trabajas, sos, y eso tiene un poder de atracción al otro que es alucinante. Nadie se resiste a la luz, pero la sombra es tan densa y estamos tan acostumbrados a pensar en negativo que por eso el gran desafío es frenar todo lo que nos llega”.
“Durante la Revolución Industrial, cuando necesitaban a personal que se quede en una fábrica 8 horas y empezó a haber hambruna, la gente empezó a tener la necesidad de ir a esos lugares, pero biológicamente no resistimos estar ocho horas en una computadora; falla el corazón, porque no hay movimiento. El cuerpo humano es bípedo es para andar, no para para estar sentado. Nos convencieron con una zanahoria: ‘¿Querés un country, queres una casa? Sentate más, trabajá más’. Eso es el viejo paradigma, el ‘yo tengo’, pero en el Nuevo Paradigma cuando vos sos y haces sólo lo que querés, vas a tener la casa y todo lo que pedís”, concluye la fundadora de conProsperidad.