Poco a poco nos vamos metiendo de lleno en la vida laboral y escolar. Es un excelente momento para ir ordenando nuestros hábitos, y empezar a re-evaluar cómo me estoy alimentando, cómo está siendo la calidad de mi descanso, o si estoy pudiendo incorporar algo de movimiento en mi día a día.
Lejos de estresarte o angustiarte si sentís que no podés con todo, hoy te propongo que empieces con una cosa a la vez. Puede ayudarte poner por escrito los hábitos que te gustaría cambiar o modificar en este nuevo año.
Por mi parte, desde Nutrición Guiada quisiera hablarte de la importancia de reconectar con las señales de nuestro cuerpo, bajando el ruido externo, y el ruido mental, el uso de redes sociales y de tanta información que hoy por hoy circula, sobre todo del ámbito de la salud y la nutrición.
Creo que, sin complicarnos demasiado, debemos volver a esa alimentación ancestral, esa alimentación que siempre existió, real y alta en nutrientes. La nutrición nunca fue tan compleja como nos hicieron creer, pero tampoco se reduce todo a comer menos y moverse más como tantas veces escuché.
Es fundamental elegir con criterio lo que estás consumiendo, asesorándote siempre con profesionales formados y actualizados en los diferentes temas. ¡Todo influye! Desde el nivel de exposición solar que estamos teniendo en nuestro día a día (¡el sol es un alimento fundamental para nuestra biología humana!), hasta cómo estamos durmiendo.
Te dejo algunas ideas que pueden ayudarte, pero como nada ni nadie cambia de la noche a la mañana, te invito a simplificar tu rutina, y concentrarte en aquello que hoy por hoy está en tus manos:
- Alimentación real y basada en nutrientes: priorizar proteínas, carbohidratos complejo, fibra y grasas de calidad
- Calidad vs. Cantidad: menos ingestas al día y más completas, empezá con un reposo digestivo de al menos 12hs entre tu última ingesta y la primera
- Movimiento diario: lo que puedas y te guste
- Descanso de calidad: cuando va cayendo el sol, procurá disminuir el impacto lumínico y el uso de pantallas. Después de las 14hs también te recomiendo disminuir el consumo de cafeína o mateína.
- Exposición solar diaria de 20 minutos, donde al menos el 40% del cuerpo quede expuesto. La vitamina D idealmente debería estar por encima de 50 en nuestra analítica: evaluar si es necesario incorporar un suplemento.
- Gestión del estrés: cultivá vínculos reales y actividades que te permitan calmar el sistema nervioso.
- Hidratación óptima: no se trata de tomar más y más agua, sino de absorber lo que estás ingiriendo. En ayunas podés incorporar un poco de sal marina en tu vaso de agua o agua de mar.
Empezá por un hábito a la vez y recordá que lo más importante es la regulación de nuestro sistema nervioso. Algo tan básico como aprender a respirar puede ser de gran ayuda.
Sin agobios, dar pequeños pasos firmes en la dirección correcta es el inicio para mejorar tu salud física, mental y emocional.
Lic. Camila Pettinari -Mat. 1795-