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07/09/2024

Elección de carrera: cómo acompañar a tus hijos en la decisión

El trance de tener que elegir el futuro profesional puede ser más complejo o menos, es un proceso muy personal, y con tiempos diferentes en cada quien. Suelen ser épocas de mucha incertidumbre, y ansiedad, junto con ilusión y esperanza por los nuevos horizontes posibles. Ser padres y saber acompañar en estos momentos no es simple.

En una entrevista para Estilo Country la Lic. en Psicología Carolina Fleurquin comparte algunas coordenadas para comprender mejor a los hijos que están atravesando esta etapa, y brinda consejos para poder estar presentes para ellos.

Termina una etapa y se asoma otra muy desconocida: ¿cómo se lo toman los adolescentes?

Noto mucha ansiedad, que proviene del no saber qué elegir. El campo profesional y de las carreras se ha ampliado mucho, y ante tanta información, ante tantas opciones, para muchas personas se vuelve un poco más angustiante la decisión.

Hay quienes se acercan con una mirada más esperanzadora, y otros que llegan mucho más indiferentes, aunque a veces es una indiferencia camuflada, que oculta la angustia de no saber qué camino seguir. Para muchos es la primera gran decisión que deben tomar por su propia cuenta, y con consecuencias que recaen sobre ellos mismos.

Es un gran momento para propiciar el autoconocimiento. Cuanto más el adolescente se conozca a sí mismo, sus intereses, sus fortalezas, sus habilidades, sus dones, mejor va a ser la decisión tomada. Del mismo modo, si se dan cuenta que no era su camino, siempre ayuda evaluar qué fue pasando dentro de ellos en ese proceso de desistir de una carrera.

¿Qué actitudes de los padres considerás que pueden ayudar en este proceso?

Creo que el padre tiene que ser como un faro. Un faro es algo que ilumina cuando se está navegando, para poder ver todo el camino y saber dónde hay tierra firme para descansar, para apoyarse, para dejar de navegar un rato si los remos están un poco duros, o si uno pierde la fuerza.

Ser un faro y no tanto una guía. Tal vez ven a sus hijos todavía pequeños, sienten que les falta madurez para decidir algo de tal magnitud. Lo más difícil, y lo que se les pide a los padres, es saber acompañarlos: en el error, en la incertidumbre, en la indiferencia, en la ansiedad, en la esperanza, muchas veces en la ilusión.

Saber acompañar también en actividades puntuales que se presentan y pueden ayudar a madurar el proceso vocacional, como charlas, visitas a una universidad o una feria de carreras.

El adolescente tiene que sentir la confianza de que los padres lo están mirando, lo están apoyando, están iluminando el camino, sea cual sea el elegido.

¿Qué dirías que es lo más importante para ser “faro”?

Muchas veces al sentir tanta incertidumbre, tanta inseguridad, los chicos optan por no hablar con sus padres hasta estar seguros. Creo que lo más importante es tener paciencia, y propiciar momentos de diálogo.

Es importante que ellos sepan que pueden compartirles incluso las preguntas y los miedos que tienen. Para eso, hay que buscar espacios de diálogo a solas con este hijo o hija, y hacerles preguntas que vayan más allá de “¿qué pensaste? ¿qué vas a estudiar?”.

Puede servir preguntarle sobre sus compañeros, sobre materias o áreas de interés, sobre qué fue pasando en este último año en su escuela con la orientación vocacional, si está conforme, si no, contarle la propia experiencia. Muchas veces nos olvidamos que estuvimos en esa etapa, que tuvimos esa edad y que también nos sentimos chicos para elegir: tenemos que tratar de buscar un punto de empatía.

Lo que más le sirve al adolescente es saber que sus papás, sea lo que sea que pase en el proceso vocacional, van a estar, lo van a acompañar y lo van a apoyar.