Con altas temperaturas y mayores exigencias físicas, especialistas destacan la importancia de una hidratación adecuada y de la calidad del agua que se consume.
Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, mantener una correcta hidratación se vuelve fundamental, especialmente para quienes realizan actividad física de manera regular. El calor incrementa la pérdida de líquidos del organismo y, si no se reponen adecuadamente, pueden aparecer consecuencias que afectan tanto el rendimiento como la salud.
Durante el ejercicio, el cuerpo pierde agua a través de la transpiración, un mecanismo natural para regular la temperatura corporal. Sin embargo, esta pérdida debe compensarse de forma constante para evitar síntomas como cansancio, calambres musculares, mareos o disminución de la capacidad física.
Hidratarse más allá de la sensación de sed
Especialistas en salud y deporte advierten que la sed no siempre es un indicador fiable del nivel de hidratación. Cuando aparece, el cuerpo ya ha comenzado un proceso de deshidratación. Por este motivo, se recomienda ingerir agua antes, durante y después de la actividad física, incluso sin sentir sed.
Una hidratación adecuada contribuye a mejorar la circulación, optimizar la función muscular y favorecer una recuperación más eficiente tras el entrenamiento.
La calidad del agua también importa
Además de la cantidad, la calidad del agua cumple un rol determinante. El consumo de agua pura y correctamente filtrada permite reducir la presencia de impurezas y mejorar sus condiciones de sabor y olor, facilitando así una ingesta regular y segura.
En espacios de alto consumo, como gimnasios, clubes deportivos y centros de entrenamiento, el acceso a agua filtrada se ha convertido en una solución cada vez más elegida, tanto por razones sanitarias como por comodidad y cuidado ambiental.
Recomendaciones para una hidratación saludable en verano
Entre las principales sugerencias de especialistas se destacan:
- Beber agua de forma frecuente a lo largo del día
- Aumentar el consumo durante entrenamientos intensos o prolongados
- Priorizar agua potable filtrada
- Evitar bebidas azucaradas como principal fuente de hidratación
Estos hábitos ayudan a prevenir riesgos asociados al calor y a sostener un mejor desempeño físico.
Soluciones actuales para acceder a agua filtrada
En este contexto, empresas como Yakú Aguas ofrecen sistemas de agua purificada conectados directamente a la red, eliminando el uso de bidones y garantizando el acceso continuo a agua filtrada.
Sus dispensers, instalados en gimnasios y otros espacios de alta circulación, brindan una alternativa práctica y sustentable para acompañar rutinas deportivas y hábitos saludables, especialmente durante los meses de mayor exigencia climática.



