El Día Internacional del Malbec se celebra el 17 de abril, por ser el día que cambió la historia de la vitivinicultura en Argentina. Fue en el año 1853, cuando se presentó un proyecto de ley en Mendoza con el objetivo de fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. El agrónomo francés Michel Aimé Pouget fue su primer director, e introdujo varias cepas europeas, entre ellas Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Semillón.
Si bien el origen de esta uva es francesa, la producción actual de Malbec en Argentina es la más importante y cuantiosa a nivel mundial, llegando a sextuplicar las hectáreas de cultivo dedicadas a esta cepa en Francia, que se ubica como segundo productor a nivel mundial.
En nuestro país esta cepa concentra el 22% del total de vid, y está presente en 17 de las 18 provincias vitivinícolas nacionales. La provincia de Mendoza encabeza el ranking con mayor superficie del varietal, con el 84.6% (39.248 ha), seguida de San Juan con 2.917 ha (6.3%) y Salta con 1.647 ha (3.5%).
Maridajes
El término, que originalmente refiere a la unión y conformidad de “marido y mujer”, permite también otra acepción, “conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí”, y que aplica al arte de combinar adecuadamente un vino con una determinada comida.
Muchos habrán escuchado la norma que indicaba que las carnes blancas iban acompañadas de vinos blancos, y las carnes rojas con vinos tintos. Algunos sommeliers coinciden en indicar que es una buena premisa, pero no es exacta.
Una regla simple y buena para comenzar es esta: a comidas simples, vinos simples; a comidas complejas, vinos complejos. ¿Pero cómo medir la complejidad? En los platos, por su potencia e intensidad, que puede plasmarse en las horas de cocción o la impregnancia de los sabores. En los vinos la complejidad la da la concentración de fruta y el tiempo que estuvo en reserva. Los vinos blancos y los jóvenes suelen ser más simples.
Luego, se puede buscar un maridaje por afinidad, identificando sabores y sensaciones similares entre tu Malbec y las comidas, para reforzar los sabores. Otra opción, nada despreciable, es perseguir la armonía entre polos opuestos, con el maridaje por contraste, entre lo dulce y lo salado, lo cremoso y lo ligero.
Lograr la combinación perfecta
El Malbec es el acompañante ideal de carnes rojas, de caza y asados, quesos duros, guisos y pastas con salsa de tomate, o verduras asadas.
Cuando prepares una picada, tené en cuenta que los quesos que mejor funcionan con un Malbec son el Gorgonzola, el Mozzarella y el queso azul. Los ahumados de cabra o vaca son otra opción recomendada para maridar con este vino.
Si elegís pasta, el abanico de posibilidades es grande, y va desde un buen plato de tallarines frescos, a la variedad de pastas rellenas como ravioles o sorrentinos, acompañadas de salsas espesas de tomate y queso parmesano.
Llegado el momento de lo dulce, es necesario encontrar también la sintonía entre los sabores. Un Malbec marida generalmente con bombones de chocolate amargo rellenos con pasta de higos y corazón de nuez, helados cremosos con salsa de frutos rojos, o mousse de chocolate negro.
