Joven, frutado y con carácter: así es el vino Emblema de Bodega Séptima, la elección para entusiastas del vino y la máxima expresión argentina en vinos del nuevo mundo. “Transparente y genuino, con la mínima intervención posible en el proceso de elaboración”, es su lema enológico que se define a partir del rediseño de la etiqueta.
La bodega, que ya cumplió 22 años en Mendoza y que continúa con una tradición de casi medio siglo, dio inicio a “una nueva era” que tiene como pilares la sustentabilidad, el consumo responsable, los vinos veganos y la pasión y respeto por la tierra. “Pensamos al vino y su packaging en forma integral, una decisión que va más allá de la certificación del vino y el viñedo, buscando que cada parte involucrada en la expresión del producto final comparta la filosofía de mínimo impacto medioambiental”, explican desde la marca.
El lanzamiento de la nueva imagen de marca de la línea Séptima Emblema se realizó en julio del 2023 e incluye 6 varietales: Malbec, Rosado de Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Se trata de vinos finos cotidianos de calidad a partir de los cuales nos podemos introducir en las líneas más selectivas.
La naturaleza como socia
Con la finalidad de dirigirse a un mundo más sustentable y ofrecer óptimos estándares de seguridad, Emblema seleccionó las materias primas más seguras disponibles para imprimir y fabricar sus insumos de embalaje y etiquetado. No es casualidad que tengan la botella de vidrio más liviana del mercado (385gr) y que ofrezcan la opción Bag In Box, que equivale a 4 botellas y está realizada con cartón reciclable en un 75%, facilitando su traslado y almacenamiento.
La evolución de Séptima Emblema incluyó la certificación Vegan Friendly, ya que no se utilizan proteínas de origen animal en la elaboración, y la de Bodega Sustentable, otorgado por la cámara empresaria que nuclea a la mayoría de las principales bodegas de Argentina. “Obtenemos de la tierra solo lo que necesitamos respetando su bio ecosistema”, explican desde la marca, cuyo lema es “la Naturaleza como socia”.
El uso del agua es preciso para la limpieza de las instalaciones, con la plena consciencia del milagro que implica su presencia en medio del desierto mendocino. Además, la gestión de los residuos dentro de la bodega es fundamental con el reciclaje de plásticos, vidrio y cartón generado como estandarte.
Por otro lado, se cuida la flora y fauna de la región con la siembra paralela, en la que se cultiva gramíneas y leguminosas para garantizar el ecosistema natural de los viñedos, y reemplazando gran parte de los agroquímicos por técnicas de control biológico de insectos.